Esta vez (sábado 21 de julio) el paseo no ha sido por mis queridos caños, eso será otro día. Ha sido por la vecina localidad de Puerto Real.
Y el vehículo utilizado ha sido una bicicleta, más concretamente, una Merida TFS 900 D.
Siempre he salido por San Fernando, aunque alguna vez salí a la sierra pero pocas veces. Esta vez quería salir de San Fernando, pero solo no me atrevo por lo que le pregunté a un compañero de trabajo (Jesús Catalán) si él iba a salir. Me dijo que si y quedamos a las 8 de la mañana del sábado. Iríamos con su hermano, un amigo de él y mi hermano. Decir que el hermano de mi compañero y mi hermano andan mucho en bici, así que sería el día de probar mis fuerzas.
Salimos a las 8:10h y nos dirigimos hacia el Puente de Hierro, donde se comunican la carretera del Arsenal de La Carraca y el carril de servicio que va en paralelo a la vía del tren, donde entraríamos y nos dirigiríamos hacia Puerto Real.
El ritmo era muy bueno y pronto llegamos al puente que une este carril, de albero, con el Barrio Jarana. Cuando cruzamos el puente empezamos a coger carriles y fue cuando mi ritmo bajo, no por falta de fuerzas, si no por que quería ir mirando por donde iba.
Había tantos carriles e íbamos a tal velocidad que nunca supe donde estábamos, que agobio.
Los carriles eran de tierra dura que se mezclaban con tierra blandas de pinares, pero todos con mucho polvo.
Llevaba la cámara pero solo me sirvió en una breve parada que hicimos en el punto más alto de la ruta, como así me indicaron los que ya conocían el camino y más tarde pude corroborar con al GPS.
Empezábamos a bajar y me seguían explicando como tomar las curvas y como utilizar los cambios, mientras seguíamos cogiendo polvo.
Ya íbamos de camino a casa y con la misma sensación de cuando entramos en los carriles, no sabía por donde iba.
La idea, como con la piragua, era salir temprano para estar de vuelta temprano y así llevábamos el horario, perfecto.
Cuando me quise dar cuenta estábamos otra vez en el carril paralelo a la vía del tren y camino de casa.
Antes de terminar decidimos parar en el Club Náutico Puente de Hierro, donde repusimos fuerzas con un buen y frío zumo de cevada. Como es normal también repusimos cruzcampina.
Antes de las 11:00h, estába en casa y dispuesto para hacer loque la familia quisiera hacer, pero de polvo hasta los ojos.
Para muestra del polvo alguna imagen de la bici:
Pero nada que no quite un poco de agua, pero no a presión pues se pueden estropear los rodamientos y cambios. Despues de la limpieza hay que engrasar la cadena.
Todos los datos de la ruta, pinchando AQUÍ.
Añadir que despues de los casi 40km, el culo y las piernas estaban un poco resentidas, pero con ganas de más.
1 comentario:
bici, el kayak de la tierra
kyak, la bici del mar
las dos caras de una moneda
llegar lejos donde el cuerpo te lleve.
Zumo de cebada ???
Debo probarlo :)
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