DESDE OTRO PUNTO DE VISTA...

Este año el periplo vacacional ha querido que despierte en mi un nuevo interes por lo que me rodea cuando estoy en el agua. En esta ocasión el interes viene de lo que me rodea por debajo, es decir, lo que está sumergido.

Todo empezo en la ciudad croata de DUBROVNIK. Al llegar aquí la temperatura era cercana a los 40ºC y claro con los niños y esta temperatura no se puede visitar mucho sin que te den la paliza, así que en vez de visitar la ciudad buscamos una playa.

Dubrovnik, y su muralla, vista desde el mar.

Playa, lo que se dice playa, no había. Lo que existía, cercana al centro, era una escalera tallada en las piedras que soportan la muralla por donde se accede al mar. Así que decidimos darnos un refrescante baño.

En primer plano se ve a Julio y tras él la escalera de acceso.

Mari y yo, en la transparente agua del Adriático.

Imagen del mundo subacuático de Dubrovnik.

Tras estas bonitas, y refrescantes, imágenes pensé que sería bonito hacer unas fotos en el resto de litorales que nos esperaban.

Nuestro siguiente destino sería CORFÚ, en Grecia. De costa abrupta, pero con pequeñas calas de acceso al mar. El piso de todas las calas son de piedras de diferente tamaño, muy incomoda para andar, pero de aguas muy transparentes y cálidas.

Caminando hacia la cala más cercana, la imagen en fascinante.

De Izquierda a derecha: Ana Vera, Ana Pérez y Mari. El fondo se ve muy bien.

Y bajo la superficie...

Al día siguiente KATAKOLO, cercano a Olimpia. Es una bahía que cuenta con playa de arena oscura y grano grueso. Igualmente de aguas transparentes y templadas.

Nosotros nos vamos a la playa de piedras, para ver un fondo con más vida y diferente morfología. Y vemos esto:

El siguiente mar el Egeo, la isla de SANTORINI, al ser una caldera geológica es un lugar imposible de acceder al agua, por donde estabamos nosotros.

MIKONOS, la ciudad más turística y más vanguardista en nuchos aspectos, de nuestro viaje.

Mari y Julio, con la ciudad al fondo de ellos.

Al llegar nos encontramos este símbolo en los contenedores de basura.

Todos las personas que navegamos sabemos, o por lo menos deberiamos saber, que una bandera roja con una franja diagona blanca, significa que hay submarinista en el agua. Yo interpreto, y digo interpreto pues de griego no tengo ni idea, que lo que quiere decir que no se arrojen ningún tipo de basura al agua, para que los fondos estén limpios.

Como siempre al cartel ni caso, según vemos en las fotos:

Restos de botellas y escombros.

RODAS, último sitio donde poder ver los fondos de Grecia. Playa curiosa por su situación, justo al lado de la carretera que rodea la ciudad y pegada a la muralla y los castillos. El agua vuelve a ser transparente y cálida.

Julio, al fondo la muralla y una de las puertas de la ciudad antigua.

El fondo muy hondo, más de lo recomendado para la cámara que es de 3m, pero muy bonito.

Para terminar esta entrada decir que lo que he descubierto ha sido fascinante, pero que aún me queda mucho por aprender y ver.

Dar las gracias a las personas con las que he viajado y han tenido la paciencia para que yo hiciera las fotos.

 

Ahhhh, y las ciudades tambien las hemos visitados y disfrutados... que todo no iba a ser agua... Y como tampoco todo lo ibamos a consumir en el barco pues dimos buena cuenta de una cervecita en Rodas.