LA MAGDALENA-CALA DEL ACEITE...

Como contaba en la entrada anterior, el sueño se hizo relidad, o por lo menos en parte.

Esta ruta (La Magdalena-Cala del aceite) es una prueba para poder hacer en un futuro muy cercano la ruta La Magdalena-Tarifa, más concretamente es la 1ª etapa.

La ruta la hemos hecho para ver las sensaciones que podiamos tener, el mar que nos encontraríamos y sobre todo para medir nuestras fuerzas.

La ruta la íbamos hacer J. Carlos y yo, pero luego se unieron , los siempre bienvenidos, Ramón Montes de Oca y Luys García.

La mañana empezaría muy temprano, a las 7:30h. A esta hora habíamos quedado para prepara las piraguas y estar en el agua como máximo a las 8:00h. El viento era nulo y el sol ya hacía un rato que estaba dando luz.

Pasando por el puente de Lavaera, se ve el agua en calma.

A las 8:02h, según el GPS, empezamos a navegar. La pleamar era a las 8:58h, así que tendríamos 1 hora excasa de navegación en contra de marea, pero sería una marea muy suave.

Como estaba previsto a esta hora, y a la altura de la 8ª curva del caño del Carrascón, el viento de componente norte saltaba. En un principio lo llevaríamos en contra pero después, y durante todo el camino, sería nuestro aliado.

Ya el viento está soplando.

Pasamos Gallineras en el tiempo previsto, es decir, 40min después de salir. Y como ya es habitual cuando paso por allí le hago la foto al Mantra, velero que fuera de Mari y mio, y que por cosas de la vida venderíamos. Por cierto al Mantra me lo tiene abandonado, le hace falta una limpieza de fondo como el comer.

"Nuestro velero"

Seguimos rumbo a Sancti Petri, ya el viento lo tenemos por la aleta de estribor. Vamos conversando sobre temas varios, todos muy juntos y cuando menos nos lo esperamos estamos entrando por los barcos que están fondeados junto al poblado marinero de Sancti Petri.

La primera, y única, parada la hacemos junto a la rampa del puerto de Sancti Petri. Momento donde Luys y Ramón van al bar del club náutico a tomar café. J. Carlos y yo nos quedamos junto a las piraguas comiendo algo para afrontar el camino que nos queda con fuerzas.

Empezamos la parte desconocida de este camino. Siempre que he salido del caño por Sancti petri, lo he hecho hacia estribor (derecha), hacia Camposoto, pero nunca hacia Babor (izquierda), hacia la Barrosa.

La marea ya está bajando, esto nos ayudará a llegar a la Cala del Aceite. La primera tesitura es si coger por encima del espigón (hay agua) o bordearlo. Una vez cercanos al espigón observamos como las olas impiden que podamos coger por encima de él, así que lo bordeamos.

Ramón y Luys, rumbo hacia el espigón.

Empieza el baile, olas de 1 metro y en periodos de 6 segundos, vuelvo a repetir que esto estaba pronostricado. Y con lo poco que me gusta a mi el baile, de cualquier tipo, la mar nos hace bailar durante el resto del recorrido.

Podía retocar las fotos y ponerles el horizonte recto, pero no lo hago para que se entienda el movimiento de las olas y lo difícil que es hacer las fotos bien.

J. Carlos, pasando por la 1ª pista de la Barrosa.

De izquierda a derecha; Luys, un barco pescado al currican y Ramón, casi tapado por una ola.

Saliendo de La Barrosa y llegando a Roche. Lo del fondo es el hotel Confortel Calas de Conil.

El camino se va llevando con más o menos relax, pero hay que estar muy atentos a las olas, pueden romper sobre nosotros, como así me paso a mi. La ola me llegó por la aleta de estribor (parte derecha trasera del barco), la vi por el rabillo del ojo, cuando me di cuenta la piragua estaba hundida y el agua me llegaba al pecho. Con la pala arriba y el agua en el pecho, la Oasis (mi querida piragua) se mantenía totalmente horizontal y quieta sin hacer ningún gesto para volcar, solo es cuestión de esperar a que vuelva a salir a la superficie, como así pasa en apenas 2 segundos, 2 segundos lentos, muy lentos. Aquí se demuestra la importancia de llevar el cubrebañeras puesto, de lo contrario el kayak se me hubiera inundado.

Entre ola y ola, ya se ve, cuando toca estar en la cresta de la ola, el faro de Conil, en cabo Roche.

Vamos reconociendo las calas, que se van sucediendo una tras otra, y de repente ya estamos casi listo, estamos debajo del faro de Conil.

A partir de aquí la morfología del terreno hace que el viento y las olas nos moleste menos, haciendo que la navegación se vuelva más cómoda.

Solo queda cruzar la bocana del puerto pesquero de Conil y estamos en nuestra meta.

La Cala del Aceite.

Y ponemos pié en tierra, de izquierda a derecha: Ramón, Yo, Luys y J. Carlos, el artífice de esta aventura.

Ahora, y empleando un termino acuñado por el amigo Coco, de Chiclana (mi tierra materna), el juez de esta ruta es el GPS, y dijo esto:

Estuvimos navegando 3,39h, parados 26,38min, velocidad punta de 12,6km/h (bajando una ola), velocidad media de 6,5km/h y hemos hecho 23,720kms.

Proximamente y con unas cruzcampo de por medio, planificaremos, con datos reales por delante, de como hacer relalidad el sueño de J. Carlos, el sueño de ir a Tarifa desde San Fernando.

Ya os contaré.

Después de leer esto surge una duda ¿como fue la vuelta?, pues en coche y gracias a nuestras compañeras:

De izquierda a derecha: Angelita, Anamari, Mari y Ana, a las 4, un millón de gracias. ¿que sería de nosotros sin vosotras?

Todas las fotos, pinchando AQUÍ.

El track, pinchando AQUÍ.